Muchas veces, «más es más»


El uso excepcionalmente alto de la malta de cebada cervecera más exquisita nos permite al mismo tiempo incorporar más lúpulo valioso sin que el sabor pierda su hermoso equilibrio.

Añadimos un toque extra.

No nos damos por satisfechos con una Pilsen cualquiera. Por eso, nuestros maestros cerveceros siempre van un poquito más allá. Por ejemplo a la hora de añadir ingredientes.

Este toque añadido no solo se puede saborear, sino visualizar gráficamente en una cifra: el mosto original. Este concepto designa la proporción de sustancias no volátiles disueltas en el agua a partir de la malta y el lúpulo antes de la fermentación.
Y en una Radeberger es nada menos que el 11,65 %, un valor sobresaliente en una cerveza tipo Pilsen.

Qué hace que una Pilsen se convierta en una Radeberger.

Lúpulo:

Una composición de lúpulo con un toque muy especial.

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Cebada:

Nuestro amor por la Pilsen empieza desde el propio campo.

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Agua:

Un agua con mucho sentido del sabor.

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Maduración:

Para conseguir la Pilsen perfecta, necesitamos más de 28 días.

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