Para conseguir la Pilsen perfecta, necesitamos más de 28 días.


Tras la fermentación de 7 días, aún le damos a nuestra Pilsen otros 21 días de media para que madure. Así, hasta los detalles más mínimos del lúpulo tienen tiempo para desplegar su sabor.

La creación de una Radeberger.

Aquí descubrirá cómo se crea exactamente una Radeberger y el papel decisivo que juega el tiempo para que pueda desarrollar su sabor inconfundible.

La creación de una Radeberger.

1. Molienda, malteado, depuración y cocción: los primeros pasos del proceso de la elaboración de la cerveza en la fábrica se realizan uno tras otro y en ciclos sincronizados al minuto.

La creación de una Radeberger.

2. Es cierto que el mosto surgido en la fábrica cervecera podría realizar ahora una pequeña pausa bien merecida. Sin embargo, primero todavía debe fermentar durante unos ocho días. En este proceso, la levadura y el azúcar de malta se transforman en alcohol y dióxido de carbono, con lo que surge la cerveza joven.

La creación de una Radeberger.

3. Durante la fermentación se desarrolla diacetilo. Esta sustancia es la responsable del sabor a cerveza mantecoso-dulce. Sin embargo, nosotros preferimos acentuar ligeramente el amargor del lúpulo, por lo que reducimos el diacetilo dentro de la onda de sabor.

La creación de una Radeberger.

4. La cerveza joven se enfría desde los 14 grados de la temperatura de cocción a los 4 grados de la temperatura de almacenamiento.

La creación de una Radeberger.

5. Comienza el tiempo de maduración y se van sedimentando lentamente las sustancias opacificantes como la levadura, las proteínas y las resinas del lúpulo. Hacia el final del tiempo de maduración la levadura hace que las sustancias del buqué de la cerveza joven, cuyo sabor es más bien áspero e innoble, se transformen en sustancias saborizantes agradables. Por eso, también en esta fase le concedemos a nuestra Radeberger todo el tiempo que necesita para desarrollar su rico sabor pleno en boca.

La creación de una Radeberger.

6. En el último paso, mediante la filtración se eliminan el resto de células de levadura y sustancias opacificantes. Así, la Pilsen Radeberger adquiere su color claro y su brillo dorado. Entonces ya está lista para su envasado y su distribución en el comercio y la hostelería.

Observar, oler, degustar.

En el laboratorio se pueden desglosar analíticamente hasta 300 sustancias. Sin embargo, la totalidad se debe someter siempre al juicio del instrumento más preciso: el gusto humano.

Experimentados catadores se dedican a buscar sabores extraños en la cerveza. Evalúan el sabor de la cerveza según escalas establecidas. Y nuestra Radeberger no se da de paso hasta que no sabe exactamente como tiene que saber.

Qué hace que una Pilsen se convierta en una Radeberger.

Lúpulo:

Una composición de lúpulo con un toque muy especial.

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Cebada:

Nuestro amor por la Pilsen empieza desde el propio campo.

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Agua:

Un agua con mucho sentido del sabor.

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Más es más:

Muchas veces, «más es más».

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